Considero la pintura como un medio de expresión. Es mi manera de contar las cosas…, como las veo…, qué me llaman la atención de ellas…

Empecé a mojar pinceles con idea de dejar salir mis sentimientos sin pretender dejar “obras para la posteridad” y descubrí que si te pones, todo se aprende… ¡Y lo que me queda!

El color, las texturas, los formatos… todo forma parte de éste juego en el que se combinan sensaciones y sentimientos.

A lo largo de mi vida, cuando enseñaba a alguien mi obra, más de uno me ha dicho: “Me encantaría saber pintar”. Yo pienso que no se trata de saber sino de atreverse, de no quedarse con las ganas de intentarlo.